Descripción
No me gusta estar rodeado de gente. No puedo.
Me aplastan las voces, incluso cuando no hablan. Me siento observado, pero al mismo tiempo… borrado.
Para asistir a una inauguración, a una cena, a cualquier sitio con más de tres personas, necesito emborracharme antes. Y si puedo conseguir algo más, lo agradezco.
Dibujo esto cada vez que tengo que salir. Siempre son ellos. Rostros, gestos, miradas que me atraviesan. No me hacen daño, no me tocan… pero me vacían.
En esta imagen no están los demás. Estoy yo, multiplicado.
Y aunque todos parezcamos distintos, en realidad es el mismo intento: resistir unos minutos más sin desaparecer.